Leo en el diario mientras me tomo un cafecito calentito, reconfortante y necesario, que el Ayuntamiento multará a aquellos incívicos que dejen en la calle las bolsas de basura, las lavadoras viejas y el televisor de tubo. De momento, es un anteproyecto de ley (lo que quiera que eso signifique), pero está de camino, así que ocurrirá.
En el artículo, refiriéndose a electrodomésticos, el primero en aparecer es el televisor. Es normal. Dejar la mierda en la calle difiere muy poco de contar tus cuítas en la pantalla, sea ésta de plasma o no. Basta conectar el aparatejo a media tarde para comprobar que un buen número de ciudadanos se dedica a airear su basura delante de tus narices, sin que puedas hacer otra cosa que cambiar de canal (gracias a Dios). Lo más chocante de todo ésto es que a esta gente les pagan, en la mayoría de los casos, por enseñarnos sus cagaditas, sus basurillas.
Y les pagan muy bien.
Es probable que más de uno de los que dejan su tele en la calle lo haga pensando en no sustituirla por otra. Quizás el asco que le ha producido la última historia del famosete de turno, el relato de con cuantos se ha acostado o lo difícil que le resulta llegar a fin de mes a según que personas haya disparado sus neuronas en un gesto de supervivencia, de autodefensa, y con las mismas, su televisor haya salido disparado por la ventana en el peor de los casos, o trasladado a altas horas de la madrugada, limpiando así la mierda del salón. De esta manera, el contenedor de imágenes y sonidos se equipararía al contenedor de basura.
Tal vez la futura ley debería contemplar un "fondo de compensación" con cargo a la cuenta de estos personajillos. De esta manera, con un 10% de su "recaudación" se pasaría a crear un fondillo que el resto de los pobres mortales podríamos usar para compensar esos ataques inesperados que nos obligan a librarnos de su visión, de sus relatos escabrosos, de sus miradas ansiosas de protagonismo...y nubladas por la sombra de la codicia.
De esta manera nuestros pequeños pecaditos tendrían una compensación gracias a los "grandes acontecimientos" que pueblan las vidas de estos seres que tan buenos ratos nos hacen pasar sentados frente al televisor.
¿No sería ese un mundo maravilloso?.
Etiquetas: cine y tv, manías personales, sociedad
No me resultaría raro que las personas comencen a tirar sus teles. La programación actual da pena. Estos personajes que desprestigian a la profesión periodística ocupan un gran bando de ancha de nuestra oferta televisiva. Yo la verdad la tiraría. Aunque me multen.
Muy buen blog Joerace.
Te invito a conocer mi blog. Si te gusta apóyame para los 20 Blogs: http://fedush.blogspot.com/ . Un saludo.