Tengo algun que otro iPod. Lo se, lo se...Pero es así. Tengo un Shuffle de esos que son como media caja de cerillas, y me lo llevo a correr mientras escucho algún Podcast (es casi como ir corriendo como si alguien hablase a tu lado, y me mantiene entretenido). Tengo un nano de primera generación, que uso para el coche, y un iPod Video en el que, además de casi casi todos mis mp3 llevo un buen número de videos de Youtube y cosas por el estilo. Es una gozada llegar a casa de los amigos, conectar el iPod a la tele y ponerse a ver cosas....Sí, sí, mas de uno se preguntará a cuento de que tanto iPod y tanto mac y tanta historia. Lo único que se me ocurre es lo mismo que respondía el Dr. House cuando le preguntaron al principio de la tercera temporada que porqué hacía 15 km diarios: "¿Por qué se lame los huevos un perro?". Pues eso.
A lo que iba, al final resulta que todo esto venía a cuento de que, pille el gadget que pille al salir de casa por las mañanas, siempre termino escuchando las mismas canciones en mis 20 mn de camino a la oficina (me encanta caminar por las mañanas camino del trabajo, al final de esta entrada comprenderéis porqué). Y creo que, en un día como hoy, uno puede pensar que será un día como otro cualquiera porque escucharás tus mismas canciones camino de tu mismo trabajo.
Pero no es un día como otro. Es hoy.
Al darme cuenta de que iba escuchando las mismas canciones, he puesto el iPod en modo "aleatorio", y la selección ha variado muchísimo. Y todo alrededor de esa selección ha variado también. Una paloma ha usado el paso de cebra para cruzar y un coche ha tenido que maniobrar para no llevársela por delante. Un cachorro de golden retriever me ha "pedido" jugar con él y he aceptado, a pesar de que llegaba tarde (como siempre) al trabajo. Y, al girar la calle que lleva hasta mi oficina, he visto las nubes teñidas del rojo del amanecer. Todo esto, acompañado de canciones que hacía mucho tiempo que no escuchaba.
Al entrar en la oficina, el director me ha comentado que tengo que tener cuidado, que llevo varios días llegando un poco tarde.
Le he respondido que, si llego antes, me voy a perder esas nubes teñidas de rojo y estaré de mala leche toda la mañana, y seguro que él no quiere que yo esté de mala leche toda la mañana. Tal vez él debería probar a llegar también un poquito más tarde, no vivir dentro de la oficina como si fuera su casa y fijarse en toda la vida que hay fuera de esas paredes, sobre todo estos días llenos de rojos, de naranja, de amarillo, de luz....
No, aunque lo parecía, hoy no es un día como otro cualquiera.
PD: Por cierto, he añadido en la sección de enlaces de este blog (a la derecha) un link a mi set de fotos del Flickr. No sé porqué, pero está ahí . Y punto.
Etiquetas: manias personales, mi vida, mis cosas