Aprovechando que hoy empieza la primavera, que el aire huele a primavera, que el cielo luce de primavera, que la sangre y el corazón me llevan hacia la primavera....
El otro día saqué a pasear mi cámara de fotos por la playa de Samil. Uno de esos atardeceres en los que, por muy malo que seas disparando fotos, por muy mala cámara que tengas, el resultado es de impresión. Eso es debido, por supuesto, al efecto que la Tierra produce en un servidor, en la cámara, en la gente, en el aire...En fin, una gran maravilla a diez minutos de mi casa, mentiría si no dijera que me siento afortunado por tener este pequeño (o gran) paraíso a un tiro de piedra. Y, enfrente, las Islas Cíes, otro paraíso. Dos por el precio de uno.
Os dejo una foto y el enlace al set de Flickr en donde están todas las demás, el set se llama Vigo y las siete últimas son las que he aprovechado para subir, aunque hice muchas más.
El paraíso existe :)
Etiquetas: fotografía, mi vida, mis cosas, vigo
Se agradece, a ver si la foto ayuda a espantar el temporal, por aquí, el norte, como está.