Todos los días en los que voy a entrenar paso por delante de una valla publicitaria de marcado tono azul en la que el señor Rajoy, candidato a la presidencia del gobierno de este nuestro país, me recuerda que tiene "Las Ideas Claras". Como lema me parece, cuanto menos, digno de la obviedad más absoluta. Es lo mínimo que se espera de cualquier candidato. El problema,creo yo, no está en tener o no las ideas más o menos claras. Aunque ello implique, en la misma frase, una cierta estrechez de miras. Al fin y al cabo, tener las ideas claras como lema casi parece recordarnos que no dará el brazo a torcer (o a negociar, más importante aún) en nada.

El problema, en este caso, son las ideas.

Ayer mismo este señor nos recordaba que habrá mucha mano dura con los inmigrantes, previo contrato. Fronteras más vigiladas y otras menudencias. Y, para rematar el discurso, menospreció con un "mucho hablar de..." los cayucos y pateras que casi todos los días llegan a nuestras costas, recordándonos que mucho más importante que eso es blindar y cerrar Europa, bien blindada y cerrada, para que no nos "invadan"...

La otra idea clara hace referencia al hecho de que NUNCA negociará con ETA. NUNCA. Como idea, es realmente...jodida. Quiero decir, si mal no recuerdo, absolutamente todos los finales de violencia terrorista que puedo recordar están relacionados con una negociación. Supongo que, como frase, la de no negociar, queda muy bonita, muy apropiada para defender un programa electoral, apelar a la contundencia y la rotundidad que tan bien define a esta derecha que nos ha tocado...sufrir. Pero estoy seguro de que el sr Rajoy no puede negar qué, si se diera el caso, si los terroristas dejaran las armas, si la violencia cesase, él sería el primero en sentarse a negociar en qué términos. Pero claro...en período electoral, esto no queda nada bien. Porque la otra posibilidad, la de no ser su ejecutivo el que terminase con la violencia, la de no apuntarse a la que sería, sin duda, la mayor "victoria" de un gobierno en la historia reciente de la democracia...No creo que esa posibilidad quepa en su cabeza. Ni en la de ningún gobierno, por supuesto.

En cualquier caso, estamos en época de promesas. Y es comprensible que se digan ciertas cosas. Por parte de todos los partidos politicos, no nos engañemos. Incluso del clero, que parece que primero clava puñales y después esconde la mano, algo que se les ha dado muy bien desde siempre.

A veces, en algunos momentos, a uno le entran ganas de estornudar. Quizás sea alergia...a las gilipolleces.