Esta semana estoy atado a mi casa y a mi cama por culpa de una gripe bastante peleona, así que os iré dejando algunas cosillas que me he encontrado por ahí :-)
Con el Año Nuevo y todo eso, las fiestas, los kilitos de más y tal, estoy seguro que muchos se plantean la posibilidad de ponerse a hacer ejercicio, controlar un poquito lo que comen y esas historias. Y también estoy seguro de que este año que comienza alguno/a que ya lo hacen ha tomado la decisión de correr su primera carrera, una media maratón o un diez mil o algo por el estilo. Para los que hayan pensado en algo como esto último, os dejo un texto muy interesante que me he encontrado en este estupendo blog.
"Seis consejos para perderle el miedo al fracaso
Elige, si puedes, una carrera de la que vayas a disfrutar. Que sea algo más que una mera prueba atlética, por el recorrido, por que el lugar donde se realiza signifique algo para ti, porque sabes que va a haber gente que te va a arropar. Y no te olvides de tu objetivo principal, acabarla, pero no solo a base de sufrimiento. Es mejor que pares a caminar que tires la toalla por agotarte.
Ten claro tu ritmo desde el principio. Si entrenando sueles hacer una media de seis minutos –o siete, o los que sean- el kilómetro, no te la juegues al principio por seguir la marcha del grupo. Hay quien dice que un dorsal te da fuerzas extras, pero aprovéchalas al final; te animará mucho llegar al último medio kilómetro con energías de sobra, aunque lo hagas en los últimos puestos.
No te creas peor de lo que eres por una simple referencia de tiempo. De acuerdo que hay quien es capaz de hacer diez minutos menos que tú y sin entrenar, y no perderá ocasión de decírtelo. Piensa el esfuerzo que has necesitado para lograr una marca y te parecerá mucho mejor que si la comparas con la de otros corredores. Aprende a respetarte a ti mismo.
Tampoco te creas mejor que nadie. Sobra eso de “un tío de setenta años no puede ganarme” porque sí, puede hacerlo. No entres en piques absurdos y, si puedes, busca apoyo en otros corredores y, en la medida de lo posible, ayudaros. Charlar te puede servir para hacer más llevadero el camino y regular las fuerzas. Y al final, si tienes fuerzas esprinta, pero no dejes tirado a quien te ha ayudado.
No pienses en lo que te queda. Los dos primeros kilómetros son los más duros, los que te hacen sentir que no podrás terminar, que estas haciendo algo que realmente no te gusta. Le pasa a todo el mundo. Poco a poco te irás sintiendo mejor, correrás con menos esfuerzo, pese a la merma física, y psicológicamente irás ganando fortaleza. Piensa en zancadas, no en kilómetros.
No mires atrás. Ya lo has superado, así que no hay motivo para hacerlo. Puede que te vayan adelantando corredores, y no te obsesiones con que estás perdiendo fuerzas; hay muchos que prefieren correr ‘en positivo’ y van subiendo el ritmo a medida que pasan los kilómetros. Ya aprenderás a hacerlo. De momento, no te interesa si van cien, diez o ningún corredor detrás. Haz tu carrera."
Elige, si puedes, una carrera de la que vayas a disfrutar. Que sea algo más que una mera prueba atlética, por el recorrido, por que el lugar donde se realiza signifique algo para ti, porque sabes que va a haber gente que te va a arropar. Y no te olvides de tu objetivo principal, acabarla, pero no solo a base de sufrimiento. Es mejor que pares a caminar que tires la toalla por agotarte.
Ten claro tu ritmo desde el principio. Si entrenando sueles hacer una media de seis minutos –o siete, o los que sean- el kilómetro, no te la juegues al principio por seguir la marcha del grupo. Hay quien dice que un dorsal te da fuerzas extras, pero aprovéchalas al final; te animará mucho llegar al último medio kilómetro con energías de sobra, aunque lo hagas en los últimos puestos.
No te creas peor de lo que eres por una simple referencia de tiempo. De acuerdo que hay quien es capaz de hacer diez minutos menos que tú y sin entrenar, y no perderá ocasión de decírtelo. Piensa el esfuerzo que has necesitado para lograr una marca y te parecerá mucho mejor que si la comparas con la de otros corredores. Aprende a respetarte a ti mismo.
Tampoco te creas mejor que nadie. Sobra eso de “un tío de setenta años no puede ganarme” porque sí, puede hacerlo. No entres en piques absurdos y, si puedes, busca apoyo en otros corredores y, en la medida de lo posible, ayudaros. Charlar te puede servir para hacer más llevadero el camino y regular las fuerzas. Y al final, si tienes fuerzas esprinta, pero no dejes tirado a quien te ha ayudado.
No pienses en lo que te queda. Los dos primeros kilómetros son los más duros, los que te hacen sentir que no podrás terminar, que estas haciendo algo que realmente no te gusta. Le pasa a todo el mundo. Poco a poco te irás sintiendo mejor, correrás con menos esfuerzo, pese a la merma física, y psicológicamente irás ganando fortaleza. Piensa en zancadas, no en kilómetros.
No mires atrás. Ya lo has superado, así que no hay motivo para hacerlo. Puede que te vayan adelantando corredores, y no te obsesiones con que estás perdiendo fuerzas; hay muchos que prefieren correr ‘en positivo’ y van subiendo el ritmo a medida que pasan los kilómetros. Ya aprenderás a hacerlo. De momento, no te interesa si van cien, diez o ningún corredor detrás. Haz tu carrera."
Etiquetas: corredores, ejercicio, maraton