Acaba de salir el nuevo disco de Bruce Springsteen, Magic, y me suena a más de lo mismo. No noto, y lo que es peor, no siento nada nuevo. Con el cine, últimamente, me ocurre tres cuartos de lo mismo. Hace años, un amigo, con más edad que yo, me comentaba que estaba muy desencantado con el tema del cine, que ya no notaba aquellas cosquillas cuando veía una película, que a veces se salvaba una escena o, en el mejor de los casos, la primera media hora. A partir de ahí, se salvan, y esto ya es una opinión muy personal, 5 ó 6 películas al año.
Siempre he sido un gran aficionado al cine. De pequeño, me tragaba todo lo que ponían por la tele, cuando en la tele nos deleitaban con un ciclo de Hitchcock, o de Cary Grant, o de Billy Wilder. Ahora, el año lo salva , con un poco de suerte, Tarantino, Spielberg , Nolan o alguno más. Y si ese año no toca, prepárate. Porque toca, literalmente, más de lo mismo. O sea, todos esos personajes que ya conocemos, todas esas situaciones que ya conocemos...todo...otra vez.
Todos sabemos más o menos que prácticamente todo está inventado ya. Lo mejor del cine no está en lo nuevo, si no en que lo viejo parezca nuevo. El gran problema es cuando lo nuevo parece viejo, porque la silicona no puede engañar. El reciclaje se nota demasiado, sobre todo cuando el vidrio se mete en el contenedor de los cartones.
Y no me refiero a segundas o terceras o cuartas partes, o a adaptaciones de televisión para la gran pantalla. Todo eso puede resultar bueno, entretenido, estimulante, si está bien hecho. Yo no tengo un género favorito, la verdad, y siempre he pedido dos cosas. Compromiso con el espectador y respeto hacia su inteligencia. Como a los acusados en un país civilizado, al espectador se le presupone su inteligencia. Aunque a veces el acusado resulte culpable.
Todo esto viene a cuento por culpa de un mal año cinematográficamente hablando. Como mucho, habrá cinco cosillas interesantes a final de año, más dos o tres películas independientes que siempre salvan el día. Entre ellas, por favor, que nadie se pierda una pequeña maravilla llamada "Más extraño que la ficción".
Pero claro...una entre un millón....