Creo que, a veces, me olvido. Y, lo peor de todo, es que sé porqué me olvido. Ocurre que la semana nos puede, nos lleva por donde quiere, y la cabeza, o quizás debería mejor decir, la mente, nos puede, al menos a mi me puede. Quieres pensar que todo está bien, pero el trabajo, las obligaciones, eso que llaman estress, nos lleva por un camino que, más que sinuoso, se le podría llamar traicionero.
Y es entonces cuando ese pequeño mosquito se convierte en un ser gigantesco, ese comentario parece hiriente cuando no pretendía serlo, esa mirada, esa respiración, ese inesperado momento se transforman en la "gota que colma el vaso" de una paciencia que no debería ser tal, pues no debería ser necesaria.
Y es por eso que a veces, sumergido en este mundo traicionero que parece querer buscar el enfrentamiento mas que la tranquilidad, me olvido durante unos minutos de lo que realmente es importante. Un susurro, un paseo, el sol en tus ojos, una palabra a tiempo, una horita de buen entrenamiento, un poco de cariño y un mucho echar de menos aquello que todos los días me recuerda que vale la pena, que siempre vale la pena.
Así que , desde aquí, prometo intentarlo. Con todas mis fuerzas. Y respirar hondo y recordar , o al menos buscar en mi memoria, en tus ojos, en mis recuerdos, qué es lo que vale la pena.
Y es entonces cuando ese pequeño mosquito se convierte en un ser gigantesco, ese comentario parece hiriente cuando no pretendía serlo, esa mirada, esa respiración, ese inesperado momento se transforman en la "gota que colma el vaso" de una paciencia que no debería ser tal, pues no debería ser necesaria.
Y es por eso que a veces, sumergido en este mundo traicionero que parece querer buscar el enfrentamiento mas que la tranquilidad, me olvido durante unos minutos de lo que realmente es importante. Un susurro, un paseo, el sol en tus ojos, una palabra a tiempo, una horita de buen entrenamiento, un poco de cariño y un mucho echar de menos aquello que todos los días me recuerda que vale la pena, que siempre vale la pena.
Así que , desde aquí, prometo intentarlo. Con todas mis fuerzas. Y respirar hondo y recordar , o al menos buscar en mi memoria, en tus ojos, en mis recuerdos, qué es lo que vale la pena.
Etiquetas: buenos momentos, mi vida, mis cosas, muy personal