A raíz de la idea del Lehendakari sobre la consulta independentista en el País Vasco, si este modesto "blogger", o como queráis llamarlo/me, viniera del espacio exterior y examinase la situación desde la objetividad que el alejamiento da, podría pensar que en este país a los políticos les dan bastante miedo las consultas democráticas. Y quizás no andaría muy desencaminado.

El Lehendakari comentaba en unas declaraciones que " si no se le pueden preguntar cosas a la gente, de qué vale ser político". Y, no nos engañemos, estoy seguro de que cualquiera que se sienta demócrata, en cualquier otra ocasión, aplaudiría esas palabras. Al fin y al cabo, parece que únicamente votamos cada cuatro años y después tenemos que apechugar con la decisión mayoritaria, sin que se nos consulte absolutamente ninguna otra cosa.

Por eso me da a mi que esta gente tiene un pelín de miedo. Quizás lo del referendum no sea constitucional, pero es que, de verdad, empiezo a estar de la dichosa constitución hasta donde yo me sé. Los políticos la utilizan de excusa para casi cualquier cosa, parece una dichosa monjita intocable, y ya va siendo hora de que, hasta a las monjas, se las permita salir en camiseta de vez en cuando y cambiar de uniforme.

Pero claro, me temo que si alguien le mete mano a la Constitución que, no lo olvidemos, empieza a ser un poco mayorcita y quizás necesitaría de algunas rectificaciones , añadidos, dieta mediterranea y algo de ejercicio, porque está engordando y no son músculos si no más bien grasas, decía, si alguien le mete mano a la constitución, se habrán soltado los "perros de la guerra" y entonces sí que muchos tendrán miedo a lo que pueda venir después.

No deja de resultar irónico que los EEUU, a los que siempre nos gusta acusar de mil y un desaliñados, tengan una constitución realmente "madurita" y que esta madurez les haya llegado a base de enmiendas, que después de un proceso riguroso permiten que la citada constitución evolucione y se adapte a los nuevos tiempos. No hablamos de vacas sagradas, por suerte, aunque aquí así lo parezca.

En resumen, que hay mucho miedo a las consultas, mucho miedo a tocar la constitución, miedo a las respuestas, miedo al cambio, miedo a dar el primer paso y, sobre todo...miedo a los resultados que todo eso pueda traer. Basta con ver como se sofocan y tiemblan todos los políticos, sin excepción, cuando se tocan estos temas.

Alguien debería recordarles que es a nosotros a quien tienen que consultar, pero claro, eso implicaría que tienen que bajarse de ese pedestal...no?