Me resulta curioso pertenecer al único estado miembro de la Unión Europea en el que algo tan simple y necesario haya levantado tanto revuelo. Aunque, por otro lado, era de esperar, puesto que estos señores levantan revuelo hasta cuando sube el precio de la gasolina.
Poco o nada quieren recordar sobre el hecho de que nos metieron en aquella guerra precisamente para que ese precio de esa gasolina subiera y así poder llenarse los bolsillos.
A lo que iba, que me pierdo.
Resulta que dentro de unos días empieza a impartirse en algunas comunidades autónomas la asignatura de Educación para la Ciudadanía. A mi al principio lo del nombrecito me recordaba a esas clases que se impartían en los primeros minutos de Starship Troopers, pero una vez leído por encima el temario, los capítulos de cada libro de texto, etc, he de reconocer que:
La asignatura se parece mucho o es en algunos casos idéntica a la que se enseña en otros países de nuestro entorno.
Para nada se trata, como los Obispos y sus amigos se han encargado de divulgar, de un "adoctrinamiento", aunque ellos de eso deben saber un montón. Su asignatura bien que se encarga desde tiempos remotos de adoctrinar como borregos a los pobres chavales, y de prejuzgar, y de inculcar valores como "esto es malo, esto es bueno, esto no se debe hacer".
Por lo que he visto, Educación para la Ciudadanía no juzga. Se limita a mostrar unos hechos, en muchos casos inherentes a la sociedad española o a las comunidades autónomas, y por lo que me huelo, siempre buscando como punto de partida el debate.
No podemos mentirnos a estas alturas. La mayoría de los chavales que conozco de una determinada edad no se cuestionan nada. Las cosas son así, lo que dice Antena 3 va a misa, o nada de lo que dice nadie que no sea mi amigo, mi churri o mi página favorita en internet me importa. Si aunque solamente fuera por eso y se consiguiera el debate y que las neuronas dormidas despertasen, bienvenida sea. Aunque supongo que eso tampoco les interesa demasiado al clero y a los señores de nuestra curiosa y poco europea derecha.
Otra cosa que me llama la atención es que en la asignatura existen apartados dedicados al respeto a los demás, a la manera de contrastar opiniones, a los buenos modales y cosas por el estilo. Estará de acuerdo el lector conmigo en que, en un país en el que la gente charla a gritos, hace valer su opinión con insultos e improperios y nos comportamos en muchos casos como neardhentales en la calle o al volante, ese apartado es , cuanto menos, muy necesario.
Supongo que, al final, es lo de siempre. Clero y derecha unidos, mintiendo y sesgando la realidad para que la gente tenga miedo, para intentar hacerles creer que están coartando "su libertad" (qué mayor libertad puede haber que, desde muy pequeño, te enseñen a pensar y decidir y cuestionar la realidad) y que ellos (los católicos) son en realidad los pobres maltratados.
Esta asignatura es una inversión a muy largo plazo. Con un poco de suerte, si todo sale bien, empezarán a notarse los resultados dentro de varios años. Sólo espero que así sea, y que estos señores que reaccionan ante la libertad con frases como "proponer la objeción de conciencia ante la asignatura" y lindezas semejantes se dediquen a impartir un poco mejor esa clase de religión que tanto idolatran en "sus colegios" y con "sus profesores" y que los que quieran vayan allí y paguen por ello.
En cualquier caso, sigue siendo un gustazo ver como les van arrebatando, poco a poco, esas parcelas de poder que tenían aseguradas en esta sociedad que, gracias a Dios (qué ironía) ya no se parece en nada a la que tanto añoran.