No nos engañemos. Estuvo mal. Lo de Chavez, por descontado....pero lo del Rey....Y bueno, no era ni el lugar ni el momento, ni oportuno el comentario, pero la realidad es que el Sr. Aznar no es que intime precisamente con la izquierda, ni con la derecha moderada, ni con la derecha centrada. El Sr. Aznar todos sabemos hacia donde tira. Lo suyo siempre han sido climas extremos. Así que el hombre este tampoco es que estuviera diciendo nada del otro mundo. Y no recuerdo que en ningún momento dijera que los españoles somos gilipollas por haberlo votado.

El problema de Chavez es que tiende a echarle a los demás la culpa de los problemas que él mismo ha generado y genera. Él, ahí donde lo ven, es tanto o más extremo que aquellos contra los que carga. Tira mucho en contra de las Empresas extranjeras instaladas en su país, pero bien que vende petroleo a tocateja. Anda que no. Lo que ocurre con este tipo es lo mismo que lleva ocurriendo desde hace décadas con muchos de los gobernantes de esa parte del mundo. La mejor manera de explicar porqué las cosas van mal es echándole la culpa a otros. Cojonudo.

En cuanto a lo del Rey, uno ya no sabe si es que perdió la paciencia, si le salió con naturalidad, si estaba ligeramente preparado....Lo de la voz aguardentosa es algo que se le ha ido implantando con el paso de los años, pero en este país esas cosillas no molestan, es más, le da un aire como mucho más cañí, más "soberano de España".

El que realmente me ha molestado de todo este asunto, por encima de todo, ha sido el tirillas de Rajoy. Este señor es que roza la calificación de "impresentable perpetuo". Ahora ya no me cabe la menor duda. Es necesario que pierdan las elecciones por encima de casi cualquier cosa. Esta marionetilla movida por algún ventrílocuo sabiondo (o inútil) solo sabe decir tonterias, perlas del sonrojo ajeno. Decir que las chorradas de Chávez son culpa de la mala gestión exterior del gobierno de Zapatero y alabar al Rey (claro, así saltan los aplausos, eso sí que es ser populista, el más de lo más) es de juzgado de guardia. Uno de los pocos momentos en los que casi todos podemos decir que el Presidente de este país estuvo donde tenía que estar, como tenía que estar y haciendo y diciendo lo que tenía que decir (no creo que se pueda exactamente lo mismo del Rey, pero estos arranques de Mío Cid encantan en este país) y va nuestro querido Rajoy y suelta por esa boquita una nueva sarta de pamplinadas. La verdad sea dicha, no deberíamos asustarnos. ¿Alguien en su sano juicio se lo imagina de Presidente?.

Yo, sinceramente, no.